A mi amiga Blanca que siempre está allí para mí
no importa cuán grande sea la distancia
Y sin duda alguna, a mi amiga Anna,
que me enseñó que en invierno
también hace sol todos los días.
Gracias a Aina, Andrea, Leticia, Ivet, Roger, Elsa, Rafa, Dani, Toni y Annita que siempre creyeron en mí.
A los que me han acompañado a sacarme la carrera de ingeniería y me enseñaron en la vida: Lukas, César, Álvaro, Nabila, Estela, Nur, Virginia, Mar, Carla, Marc, etc.
3– Brava
Brava es la mar en la tormenta.
Fuerte es el viento en tempestad.
Y yo ¡qué digo! Si cuando al fin te veo
Me obligo a callar.
Rompen casas las lágrimas del cielo.
Del cielo de tus ojos que tiemblan al llorar.
Tus ojos bravos, envidia de conquistadores,
De fuerza inextinguible, de hoguera intransigente.
Implacable calor el que rodea tus pestañas;
Aquellas que sí, cada vez que hablas, bailan.
Conmociona tu llanto inevitablemente.
Por doble inevitable, pues ella es muy sensible.
Más la situación es por sí sola emocionante.
Aunque la cubran las lágrimas y se vista de pena
No hay un solo instante en el que su alma duerma,
Que no tiemble el sol, tras las nubes,
Cuando ella le habla a la Luna como a su alma gemela.
4- Confusiones I
¿Por qué me idealizas?
Y en tu capricho me cierras un yugo al cuello.
Y en mis muñecas dos manillas
Y en tus tiros me arrastras por el suelo
Para que yo me presente ante ti tal como tus impulsos dictan.
Qué pena. Qué pena que no me quieras.
Ahora te despiertas y cambias la cara.
Pero yo no quiero tu lástima, no me interesa.
¿De qué me sirven tus consuelos si luego me desprecias?
Yo ya venía llorando de antes. Estaré bien, no lo cargues.
Vete y quiere al que te quiera como tú quieres que te quieran.
Por qué te sorprendes de que no te creo
¿Si cada vez que me ves sin filtro te vas corriendo?